domingo, 21 de julio de 2013

Mosaico de discos: Der fliegende Holländer, 1955, Orfeo.

 

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Hermann Uhde - Der Holländer

Ludwig Weber - Daland

Astrid Varnay - Senta

Wolfgang Windgassen - Erik

Elisabeth Schärtel - Mary

Josef Traxel - Der Steuermann

Chor und Orchester der Bayreuther Festspiele 

Choreinstudierung: Wilhelm Pitz

 Hans Knappertsbusch

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La siguiente edición de Orfeo, dentro de su excelente serie Bayreuther Festpiele Live, publica un evento de primera magnitud para el discófilo wagneriano, a saber, el Holandés de Knappertsbusch del año de 1955, único documento del kapellmeister en dicha obra. Como las restantes ediciones de la serie ya había aparecido en otros sellos (Golden Melodram, Walhall, Urania ...) pero esta vez tenemos el aliciente de que la publicación está basada en las cintas originales de la radio bávara, con la consiguiente mejora del sonido que , sin ser espectacular, mejora las ediciones precedentes. Evidentemente tenemos el molesto timbre en la obertura y los sonidos de escena en el monólogo del Holandés, pero ¡qué importa Cuando la Knappertsbusch hace magia con la batuta!

En 1955 Wolfgang presentaba su producción del Holandés Errante, con el velamen de la nave proyectado sobre el fondo del escenario que iba aproximándose a medida que la acción avanzaba. En lo musical las funciones y los ensayos se repartieron entre Keilberth y Knappertsbusch, en realidad éste último sólo se hizo cargo del ensayo general. Las tres primeras funciones fueron para Keilberth, las tres últimas para Kna. De las funciones de Keilberth contamos con un excelente registro ¡STEREO! realizado experimentalmente por Decca y publicado hace unos años por Testament. Si ese registro es una fiesta para los sentidos y permite al oyente hacerse una idea de lo que pudo haber sonado en el festpielhaus aquella noche, los de Kna supone una experiencia mística. Los tempi mucho más lentos de este último (Keilberth 140 min. / 153 Kna) no permiten que la tensión decaiga un instante, muy al contrario se recrea en cada detalle y en cada matiz, permitiendo una recreación atmosférica nobilísima. El aroma del mar embravecido salpica inunda todas las escenas marinas, es contagiosa la borrachera de los marineros celebrando su llegada a puerto y terriblemente sombría, casi negra, la participación de la tripulación fantasma del Holandés.
En general los intérpretes ofrecen unas prestaciones más que notables. Uhde no es Hotter (se echa en falta) pero su desesperación es palpable y la guturalidad de la voz le da un toque de ultratumba que favorecía y mucho la concepción del personaje. Varnay es una espléndida Senta, señorial y poderosa, capaz de morir por amor y dejarse llevar por la pasión más disparatada, aunque su canto no sea el más puro ni falta que le hace. El Daland de Ludwig Weber no juega a la metafísica escénica ofreciendo matices inesperados, se limita a exhibir una voz de una nobleza notabilísima y una línea de canto impoluta. Wolfgang Windgassen encarnó en esta representación a Erik y aquí está la gran diferencia entre el registro de Keilberth y el de Kna: en la del primero se encargó del papel Rudolf Lustig, de feo color vocal y paupérrima intención fraseadora. Windgassen se muestra espléndido como pocos, luce una voz ideal para el rol, haciéndonos algo más amable la escucha de un personaje bastante antipático, como lo es Erik. La Mary de Elisabeth Schärtel algo pasadita de años pero encarnando una matronil aya. Los coros aunque no se cite en el librito, estuvieron genialmente dirigidos por Wilhelm Pitz. Pocas veces se escuchan unos coros tan matizados, tan variados en su intención como en este Holandés.

La edición, en la línea de toda esta serie dedicada a Bayreuth, aparece sin libreto, sólo con un librito en su interior profusamente decorado y con un ensayo de Peter Emmerich y una sinopsis de la trama, ambos en alemán, francés e inglés. En la primera página (y en estos tres idiomas) presentan la grabación y nos comentan la edición las actuales directoras del festival Eva y Katharina.

Pese a su precio esta grabación merece su adquisición y su disfrute en casa. 
Por la calidad de sonido no podemos ponerle más que cuatro cabezones: